Los podólogos clínicos pueden brindar atención a pacientes que tienen:
- Juanetes (hallux valgus).
- Callosidades en los pies.
- Dureza plantar (hiperqueratosis).
- Hongos en las uñas.
- Uñas encarnadas.
- Uñas gruesas (onicogrifosis).
- Verrugas plantares.
También están preparados para cuidar los pies de pacientes con problemas cardiovasculares, diabetes y otras patologías.